TÉCNICAS PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Los conflictos surgen en todos los ámbitos de nuestra vida, y tenemos que intentar sacar partido de ellos, y en vez de ser nosotros como adultos quienes solucionemos el conflicto, tenemos que potenciar la autonomía de los niños y el desarrollo de sus habilidades sociales. No debemos recurrir al castigo ni a obligarles a solucionar sus problemas o discusiones. Para ello tenemos que proporcionarles un camino, un medio por el cual llegar a una solución pacífica tanto de conflictos personales individuales como colectivos.  Hoy os traigo tres técnicas muy diferentes entre sí para que podáis ponerlas en práctica en casa o en el aula con vuestros peques.

  • Técnica de la tortuga.

Hay varias técnicas para evitar conflictos o estallidos de rabietas tanto en el cole como en casa, y una de ellas es la técnica de la tortuga. Para los que no la conozcáis, esta técnica, diseñada en los años 70, sirve para aplicar de forma colectiva y con los niños, una metáfora en la que la tortuga es la actitud que se pretende desarrollar en el alumno: recogerse en un espacio interior seguro ante las agresiones externas.

Esta actitud no se enseña como tal, sino que se practica como una forma de relajación: en las primeras sesiones se enseña a los niños a meterse en su concha colocando la cabeza sobre el pupitre, recogiendo los brazos por debajo de la cabeza y cerrando los ojos. Los niños pueden decidir convertirse en tortugas cuando sienten rabia o frustración. En su origen, se enseña que los profesores tienen derecho a pedir a un alumno que se convierta en tortuga durante un tiempo, aunque a mí personalmente esta idea no me gusta mucho; prefiero que ellos mismos decidan cuándo quieren convertirse en tortuga, para que aprendan a identificar sus emociones y no les sea algo impuesto por nosotros. Puedes animarles a hacerlo, pero ellos tienen que tener la última palabra al respecto.

tortuga

Tras un rato de relajación se inicia con el alumno un proceso de resolución de problemas: identificar el problema, generar alternativas de resolución, evaluar las alternativas, seleccionar la mejor y llevarla a cabo.

Hay que explicarles que cuando un compañero se convierte en tortuga los demás deben ignorarlo, ya que entendemos que quiere un tiempo para relajarse y centrarse en sus pensamientos. Además sería ideal que cuando un alumno utiliza esta técnica de forma espontánea, interesarnos por los motivos que le han llevado a ello y por la solución que ha elegido.

  • El rincón de relajación.

Con los primeros cursos de primaria este recurso va genial; puede ser adecuado habilitar en el aula un rincón de relajación con cojines o alguna silla cómoda, un reloj (optativo), y una tarjeta verde por un lado y roja por el otro. El alumno puede dirigirse voluntariamente a este rincón siempre que pierda el control o que note que lo pueda perder. Para prevenir un estallido del niño, el profesor puede invitarle a dirigirse al rincón de relajación, pero igual que antes, siempre una invitación, nunca obligarles.

Una vez el alumno se encuentra en el rincón, actuamos de la siguiente forma:

  • El espacio es un “refugio” para el alumno, el profesor no puede estar con él.
  • Debemos poner un tiempo limitado para que estén allí, por ejemplo 5 minutos. Podemos poner un reloj de arena como en la mesa de la paz para que lo calculen ellos.
  • Cada vez que un alumno entra al rincón, muestra la cara roja de la tarjeta, que significa: “en estos momentos estoy enfadado y quiero relajarme
  • El profesor continúa con la clase de forma normal ignorando al niño.
  • Cuando el niño se sienta relajado, muestra el lado verde de la tarjeta que significa: “ya estoy relajado y tranquilo. Estoy preparado para volver al sitio”. Para niños un poco más mayores, depende de la edad, podemos meter otra tarjeta de color amarillo que signifique: “estoy nervioso pero puede atender a lo que el profesor quiera decirme”.
  • Cuando el maestro la ve, invita al niño a volver a su sitio y retomar la actividad, no se nombra en ningún momento lo que ha sucedido (en ese momento) y se felicita al alumno por haber utilizado el rincón de relajación.
  • Posteriormente, se le pregunta al alumno si le podemos ayudar en algo por lo que ha pasado o necesita hablar, o simplemente ha sido una rabieta pasajera. Es decisión del niño hablarlo o no, ya que efectivamente ha podido ser algo puntual y sin importancia.

Antes de comenzar con el uso de esta técnica, debemos explicarlo a toda la clase, indicándoles que está abierto a cualquier alumno y que es una herramienta para mejorar, NO UN CASTIGO.

En vez de tarjetas podemos utilizar un semáforo o una carita sonriente y otra enfadada, siempre explicándoles el significado de cada símbolo. Podemos aprovechar y elaborar este material con ellos en alguna sesión.

Para alumnos muy inquietos y con mucho movimiento, podemos incluir en el rincón materiales como pelotas antiestrés, hojas en blanco para pintorrojear, plastilina… para canalizar esa energía en algún material.

  • La mesa de la paz

En mi opinión, de las tres técnicas es la mejor, o por lo menos la que a mí me gusta más. Es muy parecida al rincón de relajación pero además nos sirve para la resolución de conflictos entre dos o más personas.

Lo primero que tiene que tener la mesa de la paz es:

  • Una mesa que solo vamos a utilizar para esto.
  • Un reloj de arena (el nuestro es de 5 minutos)
  • Algo para tener entre las manos que transmita tranquilidad y sirva para relajarnos (puede ser un collar de bolitas, un cachito de plastilina, una cuerda…)
  • Algo para que respeten el turno de palabra (en nuestro caso hemos elegido una piña, pero podemos elegir el objeto que más nos guste o que más les guste a ellos, como un peluche o algo no muy grande).
  • Un objeto que sirva como símbolo de la paz (puede ser una plantita, o una paloma pequeña hecha de goma eva o cartulina).
  • Objeto sonoro para cuando se llega a un acuerdo, puede ser una campana, un timbre, unas maracas, o cualquier cosa que emita un sonido.

nuestra mesa de la paz

La mesa de la paz se utiliza de esta forma:

Cuando un niño quiere estar solo, porque está a punto de estallar o le apetece un momento de soledad (como en el rincón de relajación).

Si surge un conflicto entre dos o más niños en el aula, o en casa, se les invita a sentarse en la mesa de la paz, o pueden ser ambas partes las que decidan acudir a ella. La persona que tiene la piña es la que tiene el turno de palabra, y mientras tanto el otro no puede interrumpirle y tiene que escuchar. Se pone en marcha el reloj, para limitar un poco los turnos de palabra, y así, estableciendo un diálogo, los niños llegan a un acuerdo. Las frases siempre comenzarán con: “Yo me siento…” y no con un: “Tú has…”. Por ejemplo: “Yo me he sentido triste porque me has empujado”.

 Llegado el punto de acuerdo, ambas partes hacen sonar juntos el objeto sonoro que tengamos en nuestra mesa; este sonido anuncia al resto de la familia, del aula, etc.. que el conflicto ha quedado solucionado. Si vemos que no llegan a un acuerdo, es que quizá necesiten un mediador que les ayude a solucionarlo, pero siempre es mejor observar que actuar.

Es necesario explicarles previamente su uso, igual que en la técnica anterior. Si alguien la quiere usar de forma individual, tampoco se le puede molestar.

Son muchos los beneficios de la mesa de la paz, entre ellos que sirve para relajarse, resolver conflictos y sentirnos mejor, y que los niños aprenden las responsabilidades y las consecuencias de sus actos.

Os enseño nuestro ejemplo de mesa de la paz para que os hagáis una idea. Para niños más pequeños podemos utilizar mesas y sillas adecuadas a su altura para que voluntariamente puedan ir y sentarse sin nuestra ayuda.

mesa paz

¿Os han gustado estas técnicas? ¿Cuáles utilizáis vosotros?

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